martes, 2 de marzo de 2010

Internet y el conocimiento colectivo

Albarello, Francisco, Ponencia: Internet y el conocimiento colectivo. La ética del hacker y las inteligencias en conexión. 5º Congreso de RedCom “La Comunicación, los Medios y las Nuevas  Tecnologías",  Universidad de Morón, (Argentina), 15 y 16 de agosto de 2003.
Este trabajo pretende fundamentar teóricamente el concepto de Internet como espacio de construcción colectiva del conocimiento desde los planteos de Derrick de Kerchove y Pierre Levy. Asimismo, desde los planos tecnológico y filosófico, se propone la ética del "hacker" -planteada por Peka Himanen- para crear el soporte tecnológico que hace posible esa construcción colectiva del conocimiento.


Presentación

El presente trabajo es un desprendimiento del proyecto de investigación "
Las interfases amigables para la integración de lenguajes multimedia, hipertextual e interactivo en el periodismo en Internet", radicado en la Facultad de Cs. Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora durante el año 2003. El director de la Investigación es el Magter. Rubén Canella, y el autor de la presente ponencia forma parte del equipo de investigación.  En el marco de la misma se ha desarrollado un software de publicación basado en el lenguaje de programación php (código de fuente abierta), con aplicación concreta en distintos proyectos que se llevan adelante a través de la Universidad y la RedCom. Desde este espacio, el equipo de investigación ofrece a los miembros de la red el uso del publicador con los fines de la construcción social del conocimiento.


Objetivo

Este trabajo pretende fundamentar teóricamente el concepto de Internet como espacio de construcción colectiva del conocimiento desde los planteos de Derrick de Kerchove y Pierre Levy. Asimismo, desde los planos tecnológico y filosófico, se propone la ética del "hacker" -planteada por Peka Himanen- para crear el soporte tecnológico que hace posible esa construcción colectiva del conocimiento. El planteo del trabajo surge de la necesidad de la transformación -enunciada por Manuel Castells en "
La Galaxia Internet"- del usuario de Internet en productor/usuario, una nueva condición que cambia dramáticamente la lógica de comunicación en la Red y que la diferencia de los tradicionales medios de comunicación masiva.


Introducción

Pekka Himanen
 (2001) -en un libro prologado por Linus Torvards, creador del sistema operativo de código abierto Linux, y epilogado por Manuel Castells- plantea que la ética del hacker puede ser una nueva ética en la era de la información, en reemplazo de la extendida ética de protestante del trabajo postulada por Max Webber a principios del 1900 y que se basa en la acumulación de dinero. El hacker -que se diferencia del cracker, ese personaje mítico que inventa toda clase de virus para infectar computadoras y destruir información- es en este sentido un apasionado de la programación que no busca rédito económico, sino el simple reconocimiento de sus semejantes. Un cultor del software libre y sin licencias, gracias al cual la era de la información ha crecido significativamente. El autor, más que una descripción de la ética del hacker -quien en su trabajo no deja de lado ni la pasión ni lo lúdico- hace una propuesta: todos podemos ser hackers, en la medida en que nos animemos a tener esa actitud ética hacia la vida, el valor social, el libre acceso, la transparencia y la franqueza.

La ética protestante del trabajo

La ética protestante del trabajo tiene su origen en el célebre ensayo de Max Weber 
La ética protestante y el espíritu del capitalismo. "Se trata de una obligación que el individuo se supone debe sentir y siente hacia el contenido de su actividad profesional, con independencia de en qué consista, en particular sin que importe si parece una utilización de sus facultades personales o sólo de sus posesiones materiales". (Himanen, 2001: 26). El mismo Weber así lo sintetiza: "el trabajo debe (...) realizarse como si fuera un fin absoluto en sí mismo, una vocación". El bien supremo de esta ética protestante del trabajo es "ganar más y más dinero", es decir, tanto el trabajo y el dinero son considerados fines en sí mismos. Weber hace hincapié en la relación orgánica entre los conceptos de trabajo y tiempo, incorporando un sentido particular del tiempo, y cita la consigna de Benjamín Franklin según la cual "el tiempo es dinero".
Para Himanen, la ética protestante tiene su antecedente en el monasterio, donde la actividad estaba totalmente supeditada al reloj (en este sentido cita la organización de la vida monacal expresada en la regla de San Benito). "La ética protestante sacó el reloj del monasterio y lo llevó a la vida cotidiana, dando a luz al concepto de trabajador moderno y a las nociones de lugar de trabajo y horario relacionadas con esta nueva identidad". (Himanen, 2001: 53).

La ética hacker del trabajo

Mientras que la ética protestante del trabajo halla su antecedente en el monasterio, Himanen sostiene que la ética hacker lo tiene en la academia. En contraposición con la organización del tiempo impuesta por el reloj, la academia siempre defendió la libertad de la persona para organizar por sí misma el tiempo. Asimismo, la ética hacker no considera al trabajo y al dinero como fines en sí mismos. El hacker no trabaja para sobrevivir, sino que está movido por motivaciones superiores, como la vida social y el entretenimiento. La fuerza rectora de un proyecto como Linux no es el dinero, ya que sus frutos son compartidos por terceros. El mismo Linus Torvalds lo explica así: "
la razón por la que los hackers de Linux hacen algo es que lo encuentran  muy interesante y les gusta compartir eso tan interesante con los demás. De repente se obtiene entretenimiento del hecho de estar haciendo algo interesante, a la vez que se alcanza una repercusión social". (Himanen, 2001: 17) Mientras que la meta suprema del capitalismo es el aumento de capital, la ética hacker del trabajo hace hincapié en la actividad apasionada y en una plena libertad de ritmos personales.

La ética del hacker en el capitalismo avanzado

El planteo de Himanen puede parecer romántico si no se lo sitúa correctamente en el contexto actual del capitalismo avanzado, contexto en el cual sigue primando la ética protestante. Para el autor: "
no es sorprendente este continuado predominio de la ética protestante pues, si bien, nuestra sociedad red (ver Castells, La era de la información),difiere en gran medida de su antecesora, la sociedad industrial, su "nueva economía" no comporta una ruptura completa con el capitalismo descrito por Weber se trata sólo de un nuevo tipo de capitalismo". (Himanen, 2001: 29) Las nuevas tecnologías ofrecen un claro ejemplo de esta predominancia de la ética protestante del trabajo, que supedita la organización del tiempo a la acumulación de riqueza. Esto se hace evidente en tecnologías como Internet y la telefonía móvil, gracias a las cuales -si bien se puede trabajar desde donde y cuando se quiera- esta libertad no conduce a una organización libre del tiempo sino a un trabajo-centrismo más acentuado.
Por otra parte, hay que aclarar que no todos entienden al hackerismo de la misma manera. Himanen afirma que existen "hackers capitalistas", quienes disponen de libertad para organizar su tiempo y dedicarlo a actividades apasionadas y estimulantes gracias a que gozan de un bienestar económico obtenido por cierta acumulación de capital. Sin embargo, el verdadero hackerismo esta en contraposición con el capitalismo desde su origen, ya que ambas propuestas corren en direcciones opuestas.

El código de fuente abierta

A esta altura nos podemos preguntar qué utilidad tiene reflexionar sobre la ética hacker cuando hablamos de nuevas tecnologías como Internet y las computadoras personales. La respuesta es sencilla: fueron los hacker quienes crearon la red. Internet, si bien tiene su antecedente militar en la red Arpanet, creada y financiada por el Pentágono en el marco de una estrategia de defensa ante un eventual ataque nuclear (Mattelart, 2002), debe su existencia a científicos que desde el ámbito académico sostenían la necesidad del acceso libre a la información. Asimismo, las computadoras personales surgen de un fuerte movimiento social de académicos que en California, en los años sesenta, reclamaban que las computadoras lleguen al pueblo (Levis, 1997). El MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) -cuna de los desarrollos tecnológicos en los años sucesivos hasta la actualidad- fue el semillero de esas expresiones.

Desde este marco, Himanen sostiene que -en contra de esta corriente más bien ambigua de hackerismo que se confunde con el capitalismo avanzado- "
un grupo de hackers está yendo en una nueva dirección y defiende un nuevo tipo de economía basada en las empresas llamadas "open-source" (código fuente de libre acceso) que desarrollan software según el modelo libre y gratuito. En este modelo, ilustrado por compañías tan prósperas como Red Hat, creadora de Linux, cualquiera tiene libertad para aprender  con el estudio del código fuente de estos programas y desarrollarlos hasta convertirlos a su vez en productos abiertos y gratuitos propios". (Himanen, 2001: 76)

En la denominada 
Sociedad de la Información, la economía del capitalismo avanzado refuerza la idea de propiedad y la hace avanzar hacia la información como bien de capital. "En la economía de la información, las empresas consiguen su meta de hacer dinero intentando ser propietarias de información a través de patentes, marcas registradas, copyrights, derechos de autoría, contratos de no revelación y otros medios similares". (Himanen, 2001: 63) La ética del hacker va en contra de eso y -tal como aparece en el argot de programadores The Jargon File[1], sostiene que la "información constituye un extraordinario bien, y que además para ellos es un deber de naturaleza ética compartir su competencia y pericia elaborando software gratuito".  Hasta tal punto llega el planteo que la ética hacker a originado el concepto de "Copyleft" (en contraposición con "Copyright"). El término -creado por quien es considerado padre espiritual de las empresas hackers, Richard Stallman- es un tipo de licencia por el cual todos los desarrollos serán puestos a disposición para uso gratuito y continuidad por parte de otros. Copyleft quiere decir "todos los derechos al revés". (Himanen, 2001: 65)

Es en este sentido que, en definitiva, "
la naturaleza radical del hackerismo consiste en su propuesta de un espíritu alternativo para la sociedad red, un espíritu que finalmente cuestiona a la ética protestante." (Himanen, 2001: 30)



El conocimiento como construcción colectiva

El planteo de Himanen nos sirve como plataforma tecnológica pero también ética para sostener que el conocimiento científico, en este sentido de la ética del hacker, es una construcción colectiva. Volviendo al antecedente del hackerismo, la academia, rescatamos otra cita de Himanen: "
los científicos escogieron asimismo este modelo no sólo por razones de tipo ético, sino, porque, además, demostró ser el modo más satisfactorio de generar conocimiento científico". (Himanen, 2001: 86) Oponiéndolo al modelo autoritario y cerrado del monasterio, Himanen acierta al afirmar que éste es el único modelo que permite la evolución de la ciencia. Si no, pensemos en los paradigmas de Kuhn: un paradigma entra en crisis cuando varios de sus postulados y teorías ya no sirven para explicar la realidad, y los científicos que se cobijaban bajo ese paraguas teórico  deben decidir qué hacer. Esta idea de Academia Red, este modelo abierto que asegura la evolución colectiva de la ciencia, que inspiró a los primigenios hackers del MIT y que se ve tan desarrollada en Internet, es lo que nos impulsa a pensar en la posibilidad del trabajo en red como alternativa a la corriente capitalista que extiende el concepto de propiedad intelectual hacia la información. Esta alternativa se ve concretizada en la gran cantidad de revistas académicas, journals y weblogs[2] -además de los sitios personales de investigadores- que podemos encontrar en Internet.

Todas estas publicaciones obedecen a una misma filosofía: la construcción colectiva del conocimiento.
La idea de conocimiento como construcción colectiva está expresada en los planteos de Pierre Lévy (Inteligencia colectiva) y Derrick de Kerchove (Inteligencias en conexión). Pasaremos a desarrollar ambos conceptos desde la perspectiva enunciada anteriormente.

La inteligencia colectiva: 
Pierre Lévy afirma que los hombres desarrollan su inteligencia en sociedad y en interacción con instrumentos, técnicas y lenguajes, todos aspectos muy diferentes de acuerdo a las distintas culturas y épocas. Estos elementos modelan el medio ambiente cognitivo, y provocan que ciertos tipos de mensajes o ideas tengan más posibilidades de reproducirse que otros. La mejor integración de la técnica con la sociedad y la cultura se produce a través de la inteligencia colectiva, y el ciberespacio -dispositivo de comunicación interactivo y comunitario, definido como el nuevo medio de comunicación que emerge de la interconexión mundial de computadoras y que designa no sólo la infraestructura material de comunicación digital, sino también el universo oceánico de informaciones que resguarda, así como los seres humanos que navegan en él y lo alimentan- se presenta justamente como una de las herramientas privilegiadas de la inteligencia colectiva.

Inteligencias en conexión:
 Derrick De Kerckhove -discípulo y continuador de la obra de Marshall McLuhan- plantea una idea similar a la inteligencia colectiva de Pierre Lévy: ¿qué ocurre cuando la tecnología ampliada y acelerada de los humanos equipada con decenas de millones de ordenadores muy potentes se conectan a la red? ¿Qué podemos esperar de esta inteligencia en la Red?. Esta nueva condición cognitiva, denominada "webness" o "inteligencia en conexión", es la que surge cuando un usuario al conectarse a otro a través de la pantalla de su ordenador, comparte información y se produce esa sinergia propia de la red. Para el autor, Internet ofrece el acceso a un entorno real, casi orgánico, de millones de inteligencias humanas perpetuamente trabajando en algo.

Vemos así cómo los dos planteos -el primero desde el punto de vista filosófico y el segundo desde el plano tecnológico- conciben a Internet y el ciberespacio como un entorno  apto para la construcción colectiva del conocimiento por parte de todos los que acceden a la red. El conocimiento, entonces, es un ser orgánico, vivo, que se mueve y crece constantemente gracias al aporte de todos los que están conectados y ponen su conocimiento a disposición de los demás a través de la Red.
Desde esta misma perspectiva, destacamos el planteo de Manuel Castells (en su libro La Galaxia Internet, parafraseando al libro de McLuhan La Galaxia Gutenberg), que parte de la base de que Internet es el medio de comunicación esencial de la era de la información, y que por primera vez en la historia permite la comunicación instantánea de muchos a muchos. Sobre la tesis mcluhaniana "el medio es el mensaje", Castells propone que "la red es el mensaje", y compara a Internet con la red eléctrica y su papel en la era industrial. Ahora, Internet constituye la base tecnológica de la forma organizativa que caracteriza a la era de la información: la red.
Castells afirma que los sistemas tecnológicos se producen socialmente y la producción social viene determinada por la cultura. En este marco, el autor distingue a los productores/usuarios de la red de los consumidores/usuarios, y centra su análisis en el primer grupo,  para distinguir cuatro sustratos superpuestos y dispuestos jerárquicamente: la cultura tecnomeritocrática, la cultura hacker, la cultura comunitaria virtual y la cultura emprendedora. La cultura tecnomeritocrática se especifica como cultura hacker mediante la generación de normas y costumbres en las redes de cooperación en torno a proyectos tecnológicos. La cultura comunitaria virtual añade una dimensión social a la cooperación tecnológica al hacer de Internet un medio de interacción social. La cultura emprendedora funciona sobre la base de la cultura hacker y la cultura comunitaria para difundir las prácticas de Internet en todos los ámbitos de la sociedad a cambio de dinero. Castells le da mucha importancia a la cultura hacker y el software de fuente abierta, al que considera como el rasgo tecnológico principal del desarrollo de Internet, y afirma que esta apertura está culturalmente determinada.


Algunas conclusiones

Lejos de dejarnos seducir por el determinismo técnico sostenemos, con Castells, que la tecnología es socialmente determinada por la cultura. Y la cultura es la que da sustento a la construcción del conocimiento. Entonces, la ética hacker, que propone el desarrollo de software libre, se vuelve el ejemplo más claro de la tecnología determinada por la cultura. Y el conocimiento, esa construcción social sostenida por Lévy y de Kerchove, aparece como un paso más en el desarrollo de la cultura en Internet, ya que los investigadores, docentes, periodistas, científicos y demás interesados en el conocimiento, pueden usar de esta tecnología para darle forma al conocimiento que producen. Esto supone un cambio dramático en el concepto de 
receptor, que ya no tiene lugar en el esquema de comunicación inaugurado por Internet (comunicación de muchos a muchos, tal como sostiene Castells). Tampoco alcanza el concepto de usuario, muy utilizado en estos tiempos. Castells propone el de productor/usuario, que se contrapone al de consumidor/usuario. Éste segundo término es funcional al sistema capitalista avanzado, que considera a la información como un bien a ser adquirido para el consumo mediante un intercambio monetario. En cambio, el concepto de productor/usuario -que no casualmente antepone el término productor al de usuario- supone una participación activa en la generación de conocimiento. Este concepto es funcional al sistema de construcción colectiva del conocimiento, que reconoce que todos tienen derecho a participar, y que todos tienen algo valioso para aportar. Supone además un esquema de producción y distribución de la información, ya no como mercancía producida por unas pocas empresas que las venden a sus numerosos clientes, seres anónimos e incomunicados entre sí; sino como un producto de la colaboración y la interacción de personas que se encuentran en igualdad de condiciones gracias a la vinculación virtual que permite Internet en su estructura de red. Vemos así cómo este esquema encierra un planteo comunicacional totalmente distinto al de los tradicionales medios de comunicación masiva, que suponía un único emisor que se dirige a infinidad de receptores de manera más o menos unidireccional. Esta propuesta es superadora de ese esquema -y aún de la noción mecanicista defeed-back que supone cierta interacción- ya que todos pueden estar en calidad de emisores y el mensaje no es iniciativa de uno de ellos sino producto colectivo de la interacción entre todos los que están conectados.

Por último, tampoco desconocemos la existencia de crecientes brechas entre quienes tienen y quienes no tienen acceso a Internet como medio de comunicación (la ya clásica denominación "
inforricos e infopobres"). Lejos de desconocer el fenómeno, sostenemos que para hacer posible la ética hacker y la construcción colectiva del conocimiento, es necesario resolver primero la cuestión del acceso, así como asegurar la supervivencia de las personas (la cuestión de la supervivencia, tal como sostiene Himanen, no aparece como una preocupación ya que -claro está- se encuentra resuelta). Mientras el sistema capitalista avanzado, de acuerdo a su lógica de desarrollo, relega a la marginalidad a millones de personas de los países menos favorecidos y aún en el interior de los países centrales a sus minorías excluidas; una auténtica ética hacker buscará alternativas para llevar a todos las bondades del conocimiento no como producto del mercado global sino como constructo social, y por tanto, incompleto.

Se trata, en definitiva, de buscar las fisuras del sistema y construir a partir de ellas, utilizando el propio sistema y sus contradicciones para generar una alternativa diferente.
Tal como el mítico personaje de Matrix, Neo, la cuestión está en buscar las fallas del sistema para utilizarlo en beneficio propio y de los demás.




BIBLIOGRAFÍA

Castells, Manuel, La era de la información: economía sociedad y cultura. La sociedad red. Vol I, (México D.F.), Alianza, 1998. 1997

Castells, Manuel, La galaxia Internet, (Barcelona), Plaza & Janés Editores, 2001

de Kerckhove, Derrick, Inteligencias en conexión, (Barcelona) Gedisa, 1999. 1997

Himanen, Pekka, La ética del hacker y el espíritu de la era de la información, (Barcelona), Destino, 2002, 2001.

Levis, Diego. Los videojuegos, un fenómeno de masas, (Barcelona), Paidós, 1997. 
Lévy, Pierre, Cibercultura, (Chile), Dolmen, 2001

Lévy, Pierre, La inteligencia colectiva. Por una antropología del ciberespacio, (París), Ediciones la Decouverte,1995.

Levy, Pierre, ¿Qué es lo virtual?, (Barcelona), Paidós, 1999. 1995.

Mattelart. Armand, Historia de la sociedad de la información, (Buenos Aires), Paidós, 2002. 2001




VINCULOS RECOMENDADOS

En el sitio oficial del libro "La ética del hacker", de Peka Himanen, se pueden encontrar algunas elaboraciones ulteriores del libro impreso.

En el sitio de la Free Software Foundation se presenta al servidor web del Proyecto GNU, http://www.gnu.org/, que comenzó en 1984 con el propósito de desarrollar un sistema operativo completo tipo Unix de software libre. (GNU es un acrónimo recursivo para "GNU No es Unix''.

Se trata de un weblog que contiene información actualizada sobre software libre y temas relacionados.

El diccionario de jerga de Internet astrian.net ofrece una amplia gama de términos con definiciones claras y sencillas (en inglés). Muchos términos están referidos al hackerismo.


[1] Según el Jargon Dictionary (o Diccionario de Jerga) de Astrian.net, el hacker es una persona que disfruta explorando los detalles de los sistemas programables y extiende sus capacidades, en oposición a la mayoría de los usuarios que prefieren aprender lo mínimo necesario.
[2] Weblog: el término quiere decir textualmente "la bitácora del capitán". Se refiere a las publicaciones en Internet de carácter gratuito en las cuales investigadores, docentes, periodistas o interesados en temas particulares exponen en una especie de diario íntimo distintos tipos de informaciones gracias a las plataformas que ofrecen esos servicios. Una de las plataformas -gratuitas- más usadas es Blogger: http://www.blogger.com

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